TESLA vs EDISON, O LA GUERRA DE LAS CORRIENTES
Se conoce como «guerra de las corrientes» a la lucha tecnológica, comercial y propagandística que se produjo en Estados Unidos aproximadamente entre 1880 y 1890 por el control del nuevo y prometedor mercado de la transmisión de la energía eléctrica. Un bando lo lideraba el famoso y poderoso Thomas Alva Edison, defensor de la idoneidad de la corriente continua. El otro bando, el de la corriente alterna, lo lideraba Nikola Tesla, con la colaboración del empresario y millonario George Westinghouse.
Pese a que Edison se empeñara en defender a la corriente continua por ser menos peligrosa, lo cierto es que este tipo de electricidad no era adecuado para su uso a gran escala debido a varios motivos técnicos, pero principalmente por las grandes pérdidas de energía que se disipaban en forma de calor durante su transporte a largas distancias desde el lugar de producción y el de consumo. La corriente alterna era mucho mejor porque permitía minimizar las pérdidas disminuyendo la intensidad de la corriente, a cambio de elevar su voltaje mediante un transformador. Tesla, con el apoyo de Westinghouse, diseño varios inventos y mecanismos que facilitaban un transporte más eficiente y rentable de la corriente alterna.
Pero Edison era una persona muy popular y que había sabido relacionarse bien con los medios de comunicación. Inició una guerra de propaganda en la que convirtió en defecto peligroso lo que era la principal ventaja de la corriente alterna: el que para su transporte hubiera que elevarla a miles de voltios, silenciando el hecho de que el voltaje volvía a bajarse al llegar a las casas. En su laboratorio de Nueva Jersey, su empleados llevaron a cabo pruebas de electrocución de numerosos perros y gatos a fin de verificar como actuaba la corriente alterna. Posteriormente efectuaron electrocuciones públicas, a las que invitaban a la prensa, de animales mayores como caballos y, en lo que fue la demostración estrella, ejecutaron con 6.600 voltios a una elefanta que había matado a tres cuidadores.
Como se ha dicho, Tesla y otros ingenieros, desarrollaron diversos dispositivos que mejoraron la eficacia y la seguridad de la corriente alterna, por lo que las ventajas técnicas y económicas de ésta acabaron imponiéndose finalmente.