
Las constelaciones no son lo que parecen
Las constelaciones son los diversos grupos de estrellas en que se ha dividido la esfera celeste. La posición de las diversas estrellas en el cielo sugería formas y figuras de personas, animales y objetos, siempre dentro de la visión mitológica y teológica de cada civilización. A modo de ejemplo, veamos cómo explicaban los antiguos griegos la constelación de Orión:
Artemisa se había enamorado de Orión, lo cual despertó celos en Apolo, hermano gemelo de Artemisa. Un día Apolo, viendo a Orión a lo lejos, hizo una apuesta a su hermana desafiándola a que no podía asestarle una flecha a un animal que se movía a lo lejos dentro de un bosque. Artemisa lanzó su flecha y dio, como siempre, en el blanco. Cuando fue a ver su presa, se dio cuenta de que había aniquilado a su amado Orión. Fue tan grande su tristeza y sus lamentos que decidió colocar a Orión en el cielo para su consuelo.
Cada civilización ha tenido sus propias historias similares a ésta, con sus respectivos dioses, héroes mitológicos o animales. Así mientras los griegos veían en el cielo, por ejemplo, a un toro, un león o un caballo alado, los chinos veían un tigre o un dragón.
En la imagen comprobamos que las estrellas que visualmente conforman la Osa Mayor, en realidad no tienen nada que ver unas con otras, y además donde unos vieron una osa, otros vieron un carro o un cucharón.
Es muy importante remarcar que, por muy manifiesta que nos parezca una constelación, por muy nítido que se nos antoje el dibujo que conforman sus estrellas, estas estrellas están en realidad separadas unas de otras por distancias de muchos años luz y no tienen relación entre sí, no constituyen una agrupación diferenciada del resto del Universo. La única relación que mantienen es la de la apariencia visual de sus respectivas posiciones vistas desde la Tierra. Si pudiéramos trasladarnos, por ejemplo, a las inmediaciones de Arturo, comprobaríamos que la mayor parte de nuestras constelaciones habrían desaparecido, y las estrellas que las forman se habrían recolocado en apariencia en otras posiciones relativas diferentes, configurando otros dibujos.
Al margen de sus orígenes fantásticos, las constelaciones cumplen la importante misión de ayudar a orientarse en el firmamento, y a estructurarlo al subdividirlo en zonas identificables por todos, donde localizar determinada estrella o determinado cuerpo celeste.